Planeación Estratégica y su
Importancia para la competitividad.
Silvia América González.
Iniciaremos comentando que según
varios autores, es un modelo para la definición del trabajo a desarrollar por una empresa u organización con un fin
determinado en un tiempo definido, cuyo enfoque permite determinar en forma
concreta y práctica, los objetivos y resultados (indicadores) deseados, así
como establecer las bases para fortalecerla hacia adentro y después hacerla
efectiva hacia afuera, o en caso de una empresa privada, hacerla crecer, lo que
supone mayor rentabilidad, y por ende lograr mejores ganancias y en el caso de
una organización estatal, mayor rentabilidad social, que se traduce en la
capacidad de devolver a la ciudadanía un valor público apreciado por ellos,
reflejado en mejores servicios, con oportunidad y calidad.
Cualquier modelo de planeación, dependiendo
del autor que se trate y orientación que se le quiera impregnar al proceso,
coinciden en que éste debería contar en el mejor de los casos, con la participación
decidida de la alta dirección con su
equipo decisor, o por lo menos se cuente con la debida autorización y
convencimiento de la necesidad del mismo, para trascender de un estado actual
hacia otro deseado. Para iniciar dicho proceso se deberían tomar en cuenta en
principio, por lo menos cuatro cuestionamientos necesarios:
1. ¿Quiénes somos? Se trata de definir nuestra
identidad, nuestra propia razón de ser, es decir por que existimos, hablamos en
este caso de determinar la misión de la empresa, que viene siendo como el giro
más fuerte de la misma y se encuentra incluida en su escritura de constitución
legal y en el caso de las organizaciones
estatales, está contenida en sus leyes de creación.
2 ¿Hacia
dónde vamos? Se refiere a que es importante
definir la imagen objetivo, hacia dónde queremos llegar como organización o
empresa en un tiempo determinado, algunos autores sostienen que la visión
debería revisarse cada 5 años, y plantean que si después de uno o dos años, se
considera que no representa lo que se pretende alcanzar, por varias razones
como cambios en que el entorno, las necesidades diferentes de los clientes,
mercado internacional con otras prioridades, entre otras, perfectamente se
puede revisar y hacer las adecuaciones pertinentes al interior del proceso.
3. ¿En dónde estamos, aquí y ahora? Para responder a esta
inquietud, es necesario conocer la situación actual de la organización, para lo
cual hay que desarrollar un análisis diagnóstico, comúnmente conocido como
FODA, DAFO u otro nombre que se le da en llamar dependiendo del autor que se
está tomando de referencia para desarrollar el proceso de planeación, trata de
determinar claramente las Fortalezas de la empresa, dónde somos sólidos y
fuertes, las Debilidades o aéreas de mejora, éstos son los elementos internos de
la organización; ahora, los otros dos componentes del diagnóstico, son externos
a la organización, de los cuales no se tiene el control, que serían en este
caso, las Oportunidades que ofrece el
entorno, las cuales a través de una buena estrategia, pueden convertirse en
potencialidades para la organización; y las Amenazas, son necesarias conocerlas
debido a que parecieran ser los elementos que podrían traer efectos negativos,
si no se prevé una buena estrategia de neutralización y a lo mejor hasta se
podrían convertirse en elementos aliados para el logro de los fines planteados.
Lo anterior es importante, porque
nos dice cómo estamos acá y ahora, por lo que podemos detectar a tiempo como esta
situación actual, nos puede obstaculizar el cumplimiento o alcance de los
objetivos y resultados deseados y por supuesto con tiempo tomar las
providencias del caso.
4. ¿Cómo llegamos a donde queremos ir? Para ello es necesario, tomando
en cuenta los resultados del diagnóstico, definir qué tenemos que hacer, es elaborar
o determinar la estrategia, objetivos e indicadores factibles de lograr y
medibles en el tiempo, así como definir en qué tenemos que mejorar para alcanzar
los objetivos y resultados deseados, formulando
y ejecutando oportunamente las estrategias indicadas.
En tal
sentido, este proceso pone énfasis en que antes de pensar en el mediano plazo, primero es
necesario concentrarse en lograr los objetivos y resultados del corto plazo (1
año), que quedan incluidos en un Plan de Trabajo, y a partir de ello trabajar con el mediano (2 a 3 años)
y posteriormente con el largo plazo, más
de 5 años; tomando en cuenta que lo planeado se puede revisar de manera periódica,
pudiendo ser cada 6 meses o en el tiempo que se estime pertinente. Lo
importante acá es contar con una guía de trabajo con rumbo establecido, mismo que
en la práctica tendrá que enfrentar muchos obstáculos, los cuales, con una dirección
y habilidad gerencial asertiva, eficaz, efectiva y proactiva podrán ser
superados o en todo caso minimizar el nivel de error.
Se trata
de un enfoque sencillo, nada complejo, pero efectivo en el cual se identifican
y desarrollan competencias, así como los conocimientos necesarios para:
a. Conocer claramente cuál es la
verdadera razón de existir, cuál es el giro del negocio u organización.
b. Conocer hacia dónde se va, hacia
dónde apunta nuestra imagen objetivo.
c. Fortalecer y hacer efectiva su organización o hacer crecer su
empresa, traducidos en mejores resultados.
d. Conocer en forma objetiva cuál es el estado actual de la
organización o empresa en términos de dirección, cultura organizacional, capacidades del
recurso humano y los recursos financieros con los que se cuenta, principalmente.
e. Tener claro qué es lo que diferencia una organización o empresa de
otras similares.
f. Definir y trabajar sobre objetivos y resultados medibles,
cuantificables y controlables en el tiempo.
g. Desarrollar una cultura de trabajo en equipo por resultados, dentro
de la organización o empresa.
h. Establecer un camino más eficiente y eficaz, rentable tanto desde
el punto de vista de un negocio como de una organización pública, para cumplir
con los objetivos y resultados planteados.
i. Comunicar en el momento
oportuno, de manera eficiente lo que se debe hacer para alcanzar los objetivos y
resultados establecidos, así como generar una mayor sinergia y entendimiento en
los colaboradores y ejecutores de los procesos, que son los que convierten las
aspiraciones en realidades concretas, mismos que dan cuenta de los resultados
obtenidos en función de lo esperado.
j. Establecer una política de incentivos monetarios y no monetarios
por el cumplimiento y aporte al logro de los resultados obtenidos versus los
planeados.
Este
enfoque así planteado, resume de alguna manera, la visión de varios estudiosos
en la materia, y pretende ser un insumo importante para iniciar un proceso de
esta naturaleza y además es una forma de ver las cosas más prácticas y simples,
concretas y por tanto menos utópicas. El proceso ha probado resultados beneficiosos
en muchas organizaciones, y cada vez más se está incorporando para mejorar la
gestión operativa de las organizaciones, dado que con ello se controla y
gestiona mejor la estrategia, incrementando su rentabilidad, sean utilidades o valor
público en caso de instituciones del Estado, en todo caso se trata de construir
organizaciones fuertes, más productivas y por tanto más competitivas.
* Economista.