viernes, 2 de agosto de 2013

Planeación Estratégica y su Importancia para la competitividad.




Planeación Estratégica y su Importancia para la competitividad.
Silvia América González.      
Iniciaremos comentando que según varios autores, es un modelo para la definición del trabajo a desarrollar  por una empresa u organización con un fin determinado en un tiempo definido, cuyo enfoque permite determinar en forma concreta y práctica, los objetivos y resultados (indicadores) deseados, así como establecer las bases para fortalecerla hacia adentro y después hacerla efectiva hacia afuera, o en caso de una empresa privada, hacerla crecer, lo que supone mayor rentabilidad, y por ende lograr mejores ganancias y en el caso de una organización estatal, mayor rentabilidad social, que se traduce en la capacidad de devolver a la ciudadanía un valor público apreciado por ellos, reflejado en mejores servicios, con oportunidad y calidad.

Cualquier modelo de planeación, dependiendo del autor que se trate y orientación que se le quiera impregnar al proceso, coinciden en que éste debería contar en el mejor de los casos, con la participación  decidida de la alta dirección con su equipo decisor, o por lo menos se cuente con la debida autorización y convencimiento de la necesidad del mismo, para trascender de un estado actual hacia otro deseado. Para iniciar dicho proceso se deberían tomar en cuenta en principio, por lo menos cuatro cuestionamientos necesarios:
1.         ¿Quiénes somos? Se trata de definir nuestra identidad, nuestra propia razón de ser, es decir por que existimos, hablamos en este caso de determinar la misión de la empresa, que viene siendo como el giro más fuerte de la misma y se encuentra incluida en su escritura de constitución legal y  en el caso de las organizaciones estatales, está contenida en sus leyes de creación.
2        ¿Hacia dónde vamos? Se refiere  a que es importante definir la imagen objetivo, hacia dónde queremos llegar como organización o empresa en un tiempo determinado, algunos autores sostienen que la visión debería revisarse cada 5 años, y plantean que si después de uno o dos años, se considera que no representa lo que se pretende alcanzar, por varias razones como cambios en que el entorno, las necesidades diferentes de los clientes, mercado internacional con otras prioridades, entre otras, perfectamente se puede revisar y hacer las adecuaciones pertinentes al interior del proceso.
3.       ¿En dónde estamos, aquí y ahora? Para responder a esta inquietud, es necesario conocer la situación actual de la organización, para lo cual hay que desarrollar un análisis diagnóstico, comúnmente conocido como FODA, DAFO u otro nombre que se le da en llamar dependiendo del autor que se está tomando de referencia para desarrollar el proceso de planeación, trata de determinar claramente las Fortalezas de la empresa, dónde somos sólidos y fuertes, las Debilidades o aéreas de mejora, éstos son los elementos internos de la organización; ahora, los otros dos componentes del diagnóstico, son externos a la organización, de los cuales no se tiene el control, que serían en este caso,  las Oportunidades que ofrece el entorno, las cuales a través de una buena estrategia, pueden convertirse en potencialidades para la organización; y las Amenazas, son necesarias conocerlas debido a que parecieran ser los elementos que podrían traer efectos negativos, si no se prevé una buena estrategia de neutralización y a lo mejor hasta se podrían convertirse en elementos aliados para el logro de los fines planteados.
Lo anterior es importante, porque nos dice cómo estamos acá y ahora, por lo que podemos detectar a tiempo como esta situación actual, nos puede obstaculizar el cumplimiento o alcance de los objetivos y resultados deseados y por supuesto con tiempo tomar las providencias del caso.

4.       ¿Cómo llegamos a donde queremos ir? Para ello es necesario, tomando en cuenta los resultados del diagnóstico, definir qué tenemos que hacer, es elaborar o determinar la estrategia, objetivos e indicadores factibles de lograr y medibles en el tiempo, así como definir en qué tenemos que mejorar para alcanzar los  objetivos y resultados deseados, formulando y ejecutando oportunamente las estrategias indicadas.
En tal sentido, este proceso pone énfasis en que  antes de pensar en el mediano plazo, primero es necesario concentrarse en lograr los objetivos y resultados del corto plazo (1 año), que quedan incluidos en un Plan de Trabajo, y a partir  de ello trabajar con el mediano (2 a 3 años) y posteriormente con el largo  plazo, más de 5 años; tomando en cuenta que lo planeado se puede revisar de manera periódica, pudiendo ser cada 6 meses o en el tiempo que se estime pertinente. Lo importante acá es contar con una guía de trabajo con rumbo establecido, mismo que en la práctica tendrá que enfrentar muchos obstáculos, los cuales, con una dirección y habilidad gerencial asertiva, eficaz, efectiva y proactiva podrán ser superados o en todo caso minimizar el nivel de error.
Se trata de un enfoque sencillo, nada complejo, pero efectivo en el cual se identifican y desarrollan competencias, así como los conocimientos necesarios para:
a.     Conocer claramente cuál es la verdadera razón de existir, cuál es el giro del negocio u organización.

b.     Conocer hacia dónde se va, hacia dónde apunta nuestra imagen objetivo.
c.  Fortalecer y hacer efectiva su organización o hacer crecer su empresa, traducidos en mejores resultados.
d.  Conocer en forma objetiva cuál es el estado actual de la organización o empresa en términos de dirección,  cultura organizacional, capacidades del recurso humano y los recursos financieros con los que se cuenta, principalmente.
e.  Tener claro qué es lo que diferencia una organización o empresa de otras similares.
f.   Definir y trabajar sobre objetivos y resultados medibles, cuantificables y controlables en el tiempo.
g.  Desarrollar una cultura de trabajo en equipo por resultados, dentro de la organización o empresa.
h.  Establecer un camino más eficiente y eficaz, rentable tanto desde el punto de vista de un negocio como de una organización pública, para cumplir con los objetivos y resultados planteados.
i.   Comunicar  en el momento oportuno, de manera eficiente lo que se debe hacer para alcanzar los objetivos y resultados establecidos, así como generar una mayor sinergia y entendimiento en los colaboradores y ejecutores de los procesos, que son los que convierten las aspiraciones en realidades concretas, mismos que dan cuenta de los resultados obtenidos en función de lo esperado.
j.   Establecer una política de incentivos monetarios y no monetarios por el cumplimiento y aporte al logro de los resultados obtenidos versus los planeados.
Este enfoque así planteado, resume de alguna manera, la visión de varios estudiosos en la materia, y pretende ser un insumo importante para iniciar un proceso de esta naturaleza y además es una forma de ver las cosas más prácticas y simples, concretas y por tanto menos utópicas. El proceso ha probado resultados beneficiosos en muchas organizaciones, y cada vez más se está incorporando para mejorar la gestión operativa de las organizaciones, dado que con ello se controla y gestiona mejor la estrategia, incrementando su rentabilidad, sean utilidades o valor público en caso de instituciones del Estado, en todo caso se trata de construir organizaciones fuertes, más productivas y por tanto más competitivas.

* Economista.

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